Del 18 al 27 de Marzo

Un año más volvemos con nuestro viaje-aventura por Marruecos. Un recorrido completo, donde disfrutamos tanto de las medinas, como de las mejores pistas y dunas.

Un año más el Club Iberutas 4×4 organizaba un nuevo viaje-aventura en Marruecos, un completo repaso a todo el territorio Marroquí.
3600Kms de recorrido, 9 Vehículos 4×4 y 27 personas, fueron las cifras del viaje. Que así nos cuenta Verito:
Viernes 18
Ring Ring, suena el despertador a las 5 de la mañana… Comenzamos el viaje a Marruecos!!
Aunque pudo comenzar mejor, se requiere un sacrificio para llegar a tiempo al puerto de Algeciras para coger el barco de las 14h…

El viaje perfecto y sin imprevistos.
Lo mejor, que cruzamos la frontera  en tan solo 30 minutos por el puerto de Tánger-Med. Fue tan  rápido que nos dio tiempo a llegar a Asilah, instalarnos en el Hotel y ver la ciudad.
Tiene una medina muy pequeñita y azul, pero muy bonita, su visita es 100% recomendable. Os dejo alguna foto pero si tenéis la oportunidad no dudéis en dar un paseo por ella.

Acabamos la noche cenando en Casa Garcia, su dueño nos ofreció entrantes estilo español, friturita, almejas, etc., etc. Un poco más y reventamos, así que nos llevamos un tupper con croquetas para el aperitivo del día siguiente….

Sábado 19
Amanece lloviendo a todo llover. Otro día más que nos toca hacer carretera rumbo sur. Pero volvemos a aprovechar el viaje, sorprendentemente la organización ha preparado una parada en la mezquita de Casablanca. No se pudo entrar pero verla desde fuera mereció totalmente la pena.

Lo más divertido sin lugar a dudas es el caos del tráfico de la ciudad. Tener que hacer una conducción algo agresiva donde el tamaño si importa. Es muy divertido, eso sí, cuando consigues cogerle el punto.
Continuamos camino, parando a comer en un área de servicio. De nuevo despliegue de mesas, buen rollo y buen café. Llegamos a muy buena hora a Marrakech, conseguimos descansar para el tour que nos esperaba al día siguiente!
Domingo 20.
Y llegó el domingo cargado de buenas noticias, no sé cómo lo ha conseguido Raquel pero hicimos turismo!! Esta chica está cambiando al Jefe…
Tantos años pasando por Marrakech y por fin lo conocimos.
La organización perfecta, por pocos Dirham tuvimos unos taxis monovolumen a estrenar, que nos llevaban de un sitio a otro y nos esperaban a la salida.
Por la mañana aprovechamos para ver las Tumbas Saadies, el Palacio Bahía y el Palacio Badi, que estaba un poco roto 😉 y a que nos hicieran una demostración en una farmacia típica. Masajes incluidos, y explicación de todo tipo de remedios naturales contra las cosas mas variadas, sinusitis, dolores musculares, hidratación de la piel, soriasis, resfriados, asma, especias para cocinar y hasta la famosa viagra Marroquí…

Volvimos en Taxi a comer al hotel Kech, que no está nada mal. Comimos a la carta.
Y por la tarde seguimos con el tour, dentro de nuestros Taxis. Visitamos los jardines de Majorelle, y finalmente como no podía ser de otra forma, la Medina. En este viaje un día de compras es necesario, siempre necesitas algo aunque no lo sepas.
El pintalabios mágico es una de esas cosas imprescindibles para ir siempre estupenda!

Yo me llevé un conjunto de bolso y botas divino!! Deseando llegar a Madrid para estrenarlo.

Quedamos para la cena, frente al Café Argana (tristemente conocido, por el atentado de hace unos años). Y donde mejor que cenar? Que en los chiringuitos de la Plaza Jna Fna. Aunque sea una vez en la vida hay que experimentarlo, sentados en bancos corridos, con servilletas de papel estraza. Solo nos quedaba la mejor forma de despedirnos de esta gran ciudad, los gin-Tónic en grupo de después en el Hotel.

Una vez más la familia que hemos hecho va a ser lo mejor del viaje. Son los que haces que disfrutes de cada uno de los momentos.
¿Qué nos deparará mañana?

Lunes 21
Casi casi a punto de empezar ruta!. Pero madrugamos una hora antes de lo normal, parece que el camino será largo…
Ya en ruta, vez más el jefe nos sorprendió, paramos a ver la Mezquita del Siglo XII de Tenme, que resulto una espectacular joya, situada en mitad de la subida del Tizi-n-Test.

Continuamos subiendo el puerto de Tizi-N-Test, curva tras curva ascendimos a los 2200mts. Justo en el alto, hicimos una paradita para tomar un té Moro. Fue muy curioso porque durante la mañana nos hizo sol, lluvia, nieve y granizo… Sin olvidar que atravesamos una niebla espesa antes de empezar la bajada. Que por cierto resultaba estremecedora, por sus montañas en forma de cornisa, sus rocas que parecen rosas del desierto gigantes y por sus vistas al valle y el desierto.

Ya habíamos cruzado el Atlas, y eso da hambre. Así que paramos a comer en un albergue de Talouine, ya que llovía intensamente.  Para los veteranos no es nuevo, pero los más novatos quedaron sorprendidos de la facilidad, que tenemos para tomar al asalto un salón, colocar una fila de mesas y sacar nuestras viandas. Ante la atenta mirada del camarero que ya comprende que solo nos servirá las bebidas y el té. Aunque en esta ocasión le encargamos unos pinchos morunos. Una vez más empezamos a picotear, bueno a comer, y se nos olvidó que después nos traían las brochetas! Oh no, ahora toca conducir con el estomago a tope… Menos mal que el café es fuerte 😉

¡Surprise!, otra visita a un monumento… Fuimos directos a ver una pequeña kasbha, llamada Talouine. No pudimos acercarnos, ni visitarla por dentro, porque estaba a punto de derrumbarse…. Pero pudimos contemplar su belleza y lo importante que tuvo que ser en su época.

Después de estar conduciendo desde las 9 de la mañana, por fin nos metemos en el  campo a eso de las 5h… “Por fin pisamos tierra, que no asfalto marroquí!!” se oye por la emisora…
Ya había ganas. La alegría duro poco, Manu, que había salido como una exhalación, había pinchado una rueda. Pero entre todos, se cambió no sin dificultada ya que un tornillo de partió, al griparse…

Cuando quisimos darnos cuenta, estábamos en mitad de unas gargantas preciosas. En el pueblo de Assarrak. Pero empezó a anochecer. Aun tuvimos luz para hacer la bajada y ver el palmeral.  Qué pena no haberla hecho de día porque en las fotos no se ve la maravilla del paisaje!!

Cayó la noche. No sé cómo lo hicieron los demás pero en mi caso no perdí de vista el coche de delante, ¿os preguntaréis por qué? Pues no ver que hay al otro lado de la curva y peor como de cerrada es la curva, es un auténtico infierno, y más cuando se  tiene prisa por llegar al hotel….
Si, si, fuimos con noche cerrada por campo a 60Kms/h y por carretera a 130Kms/h sin ver bien la curva, …era una locura!!

Llegamos justos para cenar en familia, y aunque fui la primera sorprendida por lo duro de la etapa, no perdonamos el gin tonic nocturno. No sé sabe cómo, porque estábamos muy cansados, bueno si sé cómo.. Será que la compañía era inmejorable.
Martes 22
Hoy iba a ser uno de los mejores días y las expectativas no solo fueron  cumplidas sino que se superaron.

Salimos de Foum Zguid, con sol espléndido, dirección  al lago Iriki. Ante, una paradita en la gasolinera para dar de beber a nuestros camellos que ya estaban secos, ponerles el aire apropiado a sus patas, hacer la compra diaria a cargo de Miguel Angel y para el lago Iriki.

Como esta parte ya está bastante cerca de la frontera de Argelia nos estaba esperando un militar, en el Control militar, que años atrás estaba abandonado, pero que ahora ha resurgido, con valla de piedra, barrera, radio y coche militar. El militar tras consultar la documentación que Eduardo le entrego, nos levantó la barrera, dando rienda suelta al desierto…
Y ya de paso, le regalamos alguna gorra y camiseta.

Preparados, listos, ya…!!!. Hacía mucho que no íbamos como locos… Pero nos hemos puesto a más de 70kms/h por un pedregal. Más de uno se ha picado, y por concretar,  yo misma me he picado con Javi, eso sí, de una forma sana!. Y siempre cuidando el coche que nos tiene que llevar de vuelta a casa.

Qué pasada el Lago Iriki. Su lecho es como una pista de aterrizaje gigante, plana como la palma de una mano!!
Bonitas fotos, coches en paralelo, la tormenta de arena se podía ver perfectamente donde acabada, y nosotros justo por su borde. Entre lo nublado y el azul del cielo.
A los lejos se divisa un albergue (Poco a poco han proliferado varios albergues en medio del lago), Paramos para tomar un té, bueno o una cerveza fresquita de nuestras neveras. Si amigos llevamos Nevera en el coche.
El albergue es como un “palacete” de 5 estrellas. Estamos justo en mitad de la tormenta de arena, y la mejor forma de aprovechar el tiempo, como no, es hacer shopping. Una minúscula tiendecita donde coger ideas de la última moda marroquí.., “ya sabemos que al campo hay que ir cómoda pero con clase!!”
Nos ponemos de nuevo en marcha. Aún no me creo que no nos cruzásemos con ningún coche, creo que es el primer año que disfrutamos de este lago para nosotros solos.

Aquí, aquí,!! Parar!! Se oye por la emisora. Buena recomendación de Edu…. El mejor sitio para bajar presiones, antes de atacar las dunitas previas al río de arena. Alegría, alegría!!
Pero llegan las dos primeras atascadas, primero Eduardo, se queda en una cresta, asistido por Diego, sale hacia atrás. Después Juan Carlos, se queda a lo grande en otra, y es esta vez Pepe el que va al rescate. Y nunca mejor dicho, ya que le ha empezado a pedir una compensación, por sacarle, en forma de amortiguadores nuevos para su coche… Jajajaja.

Sin mayores problemas, que alguna subida de temperatura, hemos llegado hasta el oasis SAGRADO, nuestro sitio favorito para comer!! Y volver a subir presiones!! Bajo las acacias, hemos encontrado una buena sombra.

Después de comer, más pedregal hasta llegar al río de arena, junto a M’Hamid y esta vez sin bajar presiones!! Si es que lo nuestro ya es chulería.
Sin lugar a dudas una vez más nos hemos quedado con muy buen sabor de boca!! Con esta etapa.

En el último tramito, Me han dejado subirme a la caja de la pickup L200 de Promyges 4×4, ME ENCANTA LA ACCIÓN!! Pero no os voy a engañar, en la foto me he soltado la mano pero mientras subíamos y bajábamos las dunitas iba agarrada a la barra como si me hubiesen pegado.  Se pueden hacer locuras pero siempre con precaución, eso es como lo de “si bebes no conduzcas”.

Esta vez sin quererlo y sin darnos cuenta hemos llegado al hotel Azalay. Sin ningún imprevisto y hasta pronto de hora. Es un hotel precioso!! Lo más increíble, su piscina cubierta, de inspiración Cordobesa. Aunque el agua está un poco fría.
Una cervecitas con cacahuetes, entes de la cena. Y después nuestro habitual Gin tonic, en la recepción, al abrigo de la WIFI. No tenemos arreglo…
Miércoles 23

No podía ser todo tan bonito… ya decía yo que tantos días saliendo puntual era un poco raro. La noche anterior, Miguel Angel Garcia, llegaba al hotel con un ruido en la dirección. Y por la mañana acompañamos a M.A.G al taller, que como veis en la foto esta súper ordenado. Mientras unos miraban el coche, otros estaban colocando pegatinitas… Ya había una de Iberutas, pero se colocó una nueva. Club Iberutas 4×4 ya es famoso en todo el País, y SU “JEFE” “Reduardo” aún más.

Como curiosidad junto al taller había un Camello ¿qué creéis que estaba haciendo?
Estaba bostezando!!

Este ha sido un año lleno de novedades y zonas nuevas que aún no había descubierto. Como el volcán que ascendimos junto a Tagounite. El cráter no sabría decir cuántos Km tendría de diámetro… Por una de sus aberturas accedimos, y tras cruzarlo, decidimos subir hasta arriba para poder tener la mejor visión. Y como no, allí estaban esperándonos, ¿cómo llegarán con esas motocicletas….? Esta vez equipados además con prismáticos.

Tras toda la mañana conduciendo, por el desierto, llegamos a la explanada perfecta para comer, intentamos hacer un círculo para cubrirnos del aire, pero la forma que hicimos creo que ni es geométrica ni tiene nombre. Las maniobras, no debe ser lo nuestro.
Como no, una vez más una gran comida, no sé qué tienen, pero siempre me gustan más las comidas de los demás que las mías…  Pero como allí se comparte todo, no hay problema.

Continuamos después de comer, por una Hamadas, impresionantes donde íbamos a tope. Llegando al lago Maider, tras cruzarlo, nos esperaba el plato fuerte: una súper duna.
De nuevo “de chulitos” sin bajar presiones… Y pasó lo que tenía que pasar, Diego, el más novato, pero con cariño, tiene 18 años y quince días con el carnet. Se quedó atascado. Pero no paso nada, porque Juan Carlos, una de las personas más colaboradoras que he conocido nunca, fue en su búsqueda junto con Edu.
Los demás quedaron arriba, pensando que iban a ser horas de espera (como les había pasado otras veces) pero no fue más que un momento. Subieron los tres, pero ocurrió la anécdota del día. Edu al llegar arriba se quedó… y de eso si tengo pruebas, mira, mira…
Para acabar el día, solo nos quedaba cruzar el rio seco de Rmblia. Donde se montó un caos monumental, al llenarse todo de polvo blanco, impidiendo ver al coche de delante. Así que Sacris, se perdió. Teniendo Pepe y Edu que volver a buscarle.
Una vez todos fuera, una legión de niños, nos atacó en busca de sus “Cadoo” (regalos), hubo hasta peleas, por quitarle uno a otro la camiseta, el caramelo o el juguete. Increíble.
Tras Rmlia, un lago seco totalmente plano. Una pasaaaada!!!. Increíble circular a 100 km/h. Que bonitas las imágenes viendo los coches delante con su estela de polvo detrás.
Al fin llegamos al hotel anocheciendo. Estábamos perdidos de la mano de Dios, junto a Argelia, en Ouzina. Sin carreteras, sin cobertura, sin WIFI. Por fin pudimos prepararnos unos Gin tonic, con frutos secos, y charlar alrededor de una mesa, en mitad del desierto. Hasta que llegó la hora de cenar.

La kasbha Ouzina nos ofreció una cena bastante buena, con Kalia como plato principal. Lo mejor de la noche, vino después… Y me lo perdí.
Los chicos del albergue montaron una fiesta Berebere, con tambores y música típica. Bereberes cantando y sacando a bailar a las chicas guapas que allí se encontraban.

Jueves 24
Buenos días!!! En la puerta del Albergue están todas las mujeres haciéndose una foto y a su lado la reencarnación de Mickel Jackson, en thriller.

Comenzamos ruta, en un momento dado salimos de la arena para acercarnos a ver unos grabados rupestres. No entiendo como esto no esta tan protegido como las pinturas de Altamira. Una vez hemos encontrado una sorpresa en el camino!!

Hasta aquí el día parecía que iba a ser malo, estaba nublado, gris con tormenta de arena, pero en muy poquitas horas.. Zas, chocamos de nuevo con el calor del desierto. Quizás fuese que comenzamos de nuevo con los ríos de arena. Esta vez desde Taouz a la frontera cerca de N’Fis. No sé el resto de coches, pero el mío, que es automático, lo lleve con el overdrive  y se me calentó el aceite de la caja de cambio. De Hecho, se puso en rojo la lucecita del aceite, lo que me hizo parar y liarla parda… si, si liarla, mirar la foto. Y de nuevo que gran familia la de Iberutas. El novato, Diego de 18 años, que ha aprendido rápido, fue quién me saco y pudimos continuar hasta el final sin más contratiempos. Para evitar un nuevo calentamiento, ya que quedaban 10Kms de arenal, le puse el bloqueo del diferencial y no se volvió a encender.

En una parada al final de arenal para reagruparnos, justo cuando nos estábamos  riendo por la emisora de lo cerca que estábamos de Argelia y que probablemente nos estarían espiando,  apareció un URO militar marroquí. “Vaya carro”, venía a toda velocidad a por nosotros. Y cuando nos teníamos lo peor, se bajó un militar desenfadado, riéndose y preguntándonos si éramos del Real Madrid o del Barca. Eduardo rápidamente, se hizo amigo de él, intentando cambiar el Toyota por el URO, pero no, nos lo quiso cambiar. Eso si nos escolto, por una pista paralela a toda pastilla, hasta que las dunas de Merzouga estaban a tiro de piedra. Y qué nivel en vez de por el camino iba adelantando uno a uno campo a través, en medio de un pedregal.

Llegamos a Merzouga la hora de la comida, pero antes Eduardo, nos deleitó con una pequeña parada frente a las dunas, con mercadillo “de piedras”, que claro, aprovechamos para gastar unos Dirhams.
En Merzouga empezamos a buscar un sitio ideal para comer, pues el aire, mezclado por arena, hacía difícil la comida campera. Un acierto el sitio que encontramos en la plaza de Merzouga, Comimos unos riquísimos pinchitos de pollo y unas patatas fritas bueníiiisnimas. Y además tenían wifi.
Entre la comida y el café algunas aprovechamos para comprar de Pañuelos bereberes,  y aprovechando que el vendedor era muy simpático nos enseñó a ponérnoslos al estilo Bereber. Ideal para la segunda parte que nos quedaba… Las DUNAS DE MERZUGA!!

Tras repostar, catamos las dunas de forma intensa. Nos dirigimos a la zona norte del Erg Chebbi. Nos adentramos en las dunas, tras bajar presiones, una duna, otra, otra mas, unos tras otros las íbamos superando. Están ideales, repetían por la emisora. Pero todo lo bueno no dura y si no recuerdo mal, en una misma duna  se quedaron de uno en uno:  Diego que salió solo, Miguel Ángel que consiguió continuar  solo echando marcha atrás y Javi, al que tuvieron que ayudarle sacando la pala y con las planchas.
Como íbamos en fila india la mala suerte de ser la última, ya con la arena movida. No conseguía ver qué pasaba con el atasco de Javi y no sabía que tenía que hacer, si debía seguir, o esperar.  Según pasaban los minutos, que para mí casi eran horas, me iba poniendo más nerviosa.
Llegó la hora, arranque, salí con energía y no fue para tanto. Fue más el susto que llevaba que la dificultad que tenia. Ahora todos me estaban mirando, y ninguno se acordó de grabarme, pero sí de corear mi nombre al llegar a lo alto de la duna.

Nuestro morito guía motorizado, que también había bajado presiones para entrar en las dunas con su mobilette, estuvo genial. Incluso cunado Edu, casi le atropella al caerse delante de su coche, justo cuando coronaba una duna. El hombre no pidió más que le comprásemos de “sus productos” a la llegada a tierra firme, y como buenos samaritanos compramos un poco de todo. Pulseras, trilobites, camellitos de piedra…. Sobretodo Laura (digo Luisa), que se lo compraba todo.

Anochecía y por fin llegamos a Erfoud. Alojándonos en Hotel Chergui!! Y con wifi decente en todo el hotel, habitaciones, recepción, restaurante… aunque no se podía llamar ni con el WhatsApp. ni con el line. Solo daba para mandar fotos.

Otra novedad dentro del viaje, fue que las copas las tomamos en el bar del hotel, pagándolas como personas decentes. No nos dejaron meter nuestro famoso botellón. Y el frio no permitía, tomar la copa en el aparcamiento, como otras veces.
Viernes 25
Tanto tiempo bajando a Marruecos y por fin me entero que tienen un montón de cosas por ver..!
Hoy era un gran día, unos de nuestros integrantes más veteranos y mejores personas estaban de aniversario. Felicidades Celia y Miguel Angel…
Como es la persona que suele comprar el pan esta vez además nos compró unas pastas típicas para después de comer. Ricas  Ricas !!!

No me lo creo pero fuimos directos a ver las llamadas Casas Voth. Unos extraños monumentos que el arquitecto Aleman, construyo en medio del desierto. Comenzamos visitando la Escalera Celeste de 23 metros de longitud que se eleva 52 peldaños de altura. Quisimos acercarnos y subir pero ya no dejan. Un guarda nos mostró un papel, en varios idiomas indicando que para evitar su ruina, pronto se van a reconstruir. Nuestros ruteros de Valencia, Consuelo y Pepe, montaron el chiringuito de la Horchata, sacando una mesita y un vasito de horchata fresquita, acompañada de los deliciosos Fartons. Finalmente, al Guardia y algunos niños que por allí andaban, también les invitamos, y con este soborno, al menos nos dejó acercarnos un poco más para hacer las fotos.
Casi se me olvida, la llegada a las casas Voth, fue una pequeña aventura, Edu pidió una parada, para corregir un error en los waypoints del día. Pero ahí no quedo la cosa, llegamos a un pueblo donde estaban en “obras” y no encontrábamos el camino correcto. Decidimos pedir ayuda a un niño de la zona y cuando nos quisimos dar cuenta teníamos 20 niños subiéndose a los coches he intentado viajar encima de ellos agarrados a las estriberas, a las ruedas de repuesto y a las bolas de remolque.

Volvemos a la historia. A continuación por otra pista llegamos a la Ciudad de Orión complejo de siete torres de adobe. De nuevo estaba acotada por enormes piedras, formando un circulo, para evitar que los coches se acerquen. Así que dimos la vuelta con el coche. Y finalmente a pie nos hicimos una foto de grupo en la entrada. (Aquí tampoco dejaban entrar, otro guardián con el papel en varios idiomas, lo impedía).
Terminamos la visita en La Espiral Áurea, un sitio perfecto para dar un pequeño paseo, y verla desde lo alto de una duna cercana. Aprovechamos para hacer un rato el tonto con los niños, algo que ya se echaba en falta.

Saliendo de las Casas Voth, encontramos un campamento Bereber donde aprovechamos  para dar las últimas ropas y juguetes que teníamos en el coche ya que era el último día de pista. Y esta familia, se la veía claramente necesitada.

Ya rugía el estómago, así que buscamos un oasis en mitad del desierto…. Y si, que lo encontramos, un sitio perfecto para hacer la barbacoa. Gentileza de Laura, digo Luisa y su familia. Así que con la Pick up de Juan Carlos como encimera de cocina y  nuestras famosas carpas. Dimos cuenta de las viandas en un lugar precioso para la última comida campestre.

La tarde, nos llevó campo a través, hasta Erfoud. Y vía libre para hacer compras, como buenos ruteros sabemos dejar tiempo para TODO. Este año sin lugar a dudas triunfaron los farolillos de todos los tamaños, desde el más pequeño, hasta el más grande!! Que ocupaba toda la caja de la Pick up de Juan Carlos.

La última noche todos juntos, y el último Gin-tonic, para demostrar el buen equipo que somos. Lo mejor que todos estuvimos de acuerdo en que no somos un grupo sino somos una gran familia, es difícil pero hemos conseguido no convivir sino disfrutar 10 días, 9 coches, 23 personas juntas!!

¡MIRA LAS FOTOS!