18,19 de Octubre

Una nueva ruta, por la llanura castellana. Donde podremos disfrutar de la Tierra de Campos, el agua y el vino.

En esta ocasión la convocatoria era en una zona, poco transitada por el club, Zamora. Y con la temática del vino, nos dejamos caer por la comarca de Toro.

El Viernes por la noche, nos íbamos reuniendo junto a la Colegiata, en el Hotel Juan II. Con la idea de salir a tapear, por los bares de la plaza. Así 36 personas nos juntamos colapsando los bares, degustando los “caldos” y las ricas tapas.

Ya pasada la medianoche, nos retiramos a dormir, porque la siguiente jornada prometía divertida, con las lluvias caídas durante la semana.

El Sábado amaneció un espléndido día, que comenzamos tras repostar con la visita a las Bodegas de Montelareina, un espectacular complejo, con casa rural, bodega y restaurante. Durante la visita nos explicaron la elaboración del vino, y su almacenaje hasta llegar a la mesa. Y pudimos realizar una cata. Y descubrir sus secretos.

A continuación nos pusimos en marcha, adentrándonos en una zona de pinar con caminos entretenidos, donde ya se produjeron las primeras pérdidas. Una vez superada la mancha, un desierto nos aguardaba por delante, ya que aquí se hace valer el dicho de “ancha es Castilla”. La cantidad de cruces, hicieron emplearse a fondo a los copilotos. Tras una mañana de pilotaje, y metidos de nuevo en una mancha de encinas, disfrutamos de algunos tramos de barro. Llegando a la hora de comer al Monasterio de Santa Maria de Moreruela, tras una negociación con su encargado, conseguimos que nos dejara comer en el aparcamiento, a la espera de la apertura en la tarde.

Como siempre la comida, resulto amena y agradable. Tras la cual, entramos a visitar el impresionante monasterio.

Ya por la tarde, tomamos un tramo de “la vía de la Plata” perfectamente mojonado, para cruzar el rio Esla y descubrir el cortado que en esta zona provoca el rio en la piedra. Un pequeño vadeo, aun con poca agua, fue el único contacto que tuvimos con este medio. A continuación una subida impresionante a un parque eólico, nos llevó hasta un nuevo cruce del Esla. Donde realizamos una parada para visitar una central eléctrica y acceder a una isla formada en medio del rio. Ya estaba cercano nuestro objetivo, las Lagunas de Villafafila. Un entorno natural donde las aves se reúnen buena parte del año.

Un recorrido alrededor de ellas, nos llevó al centro de interpretación, donde pudimos admirar desde los observatorios, las aves al atardecer.

Aquí acababa la etapa del día, y solo nos quedaba un enlace por carretera para llegar de nuevo a Toro.

La cena en el hotel, fue seguida por una copa y charla, aun nos quedaba otra jornada de ruta.

El Domingo, de nuevo amaneció un soleado día. Y partimos rumbo a la ruta de los Castillos. Un recorrido interesante visitando todos los castillos de la zona, que perfectamente conservados han llegado hasta nuestros días. Benafarces, Tiedra, Villavellid, Villardefrades, Villagracia de Campos, Urueña Y Torrelobaton, fueron las fortalezas visitadas.

Especial mención a la villa fortificada de Urueña, de gran atractivo y donde realizamos una visita a pie, por su muralla.

Llego la hora de comer y junto al Castillo de Torrelobaton, pudimos celebrar la comida final de ruta, en una chopera. Lugar donde se rodaron hace 50 años, escenas de la película El Cid. Después de comer, visitamos el Castillo, sede del museo de los Comuneros.

Despedimos a continuación la ruta, hasta la próxima ruta en otra zona vinícola, La Ribera del Duero.

¡MIRA LAS FOTOS!