Del 1 al 5 de Mayo

Por primera vez en nuestro club viajaremos a la Costa Verde portuguesa, para pasar un puente inolvidable. Pero antes atravesaremos Portugal.

Aprovechando el magnífico puente de mayo de este año, organizábamos una ruta de varios días por Portugal. Como eran 4 días de ruta, decidimos contactar con el Club Todos ao monte de Portugal. Y preparar la ruta conjuntamente.

Así preparamos en Iberutas, gracias a la ayuda de David, Juan y Miguel Angel, los dos primeros días. Y gracias a Vitor, dos otros dos días restantes en la zona noroeste de Portugal.

Día 1 de Mayo, nos reunimos en Collado Villaba a primera hora de la mañana, donde compartimos desayuno, y reencuentro entre compañeros y la bienvenida a los nuevos socios que participaban por primera vez.

Nos pusimos en marcha y en un rato ya estábamos en la frontera de Portugal, donde nos reunimos con los venidos de otras provincias, principalmente de Burgos y Almería.  Inmediatamente después nos presentamos en Guarda para la comida campestre, que teníamos prevista, junto a un pinar.

Después de comer, comenzábamos la ruta hasta Manteigas nuestro primer destino. La ruta comenzaba con descensos rápidos al fondo de un bello valle, que recorrimos, hasta remontar su inicio.

Rápidamente nos dimos cuenta de que los incendios de años precedentes, había dejado “pelado” el monte. Y como la naturaleza se regenera rápidamente, unos bonitos colores formados por matojos verdes, amarillos y violetas. Que disimulaban muy bien que antes había bosques de pino mediterráneo.

Una par de pequeños vadeos, con poca agua, pese a las lluvias de la semana precedente, sirvieron para manchar los coches un poco. Aunque el polvo era el protagonista de la pista.

Continuas subidas y bajadas nos llevaron hasta la Pousada de Sao Lorenco, sobre el pueblo de Manteigas. Solo nos quedaba una fuerte bajada hasta el pueblo y descubrir nuestro alojamiento en el Hotel Berne.

Magnifico, hotel, atendido por Marco y su familia, donde pudimos degustar de una cena típica Portuguesa.

Pero antes hubo tiempo para un paseo a pie por el pueblo. Y tras la cena, para tomar una copita o jugar al villar.

Día 2 de Mayo, Tras el desayuno, nos poníamos en marcha, bajo un sol espléndido. Rápidamente tomamos una intensa pista en ascenso, bastante rota y con alguna piedra desprendida. Pista que nos llevaba directamente hasta el “Pozo do Inferno” una cascada natural, que se desprende de una roca, formando un pozo cristalinos. Las pasarelas sirvieron para que todos pudiéramos acercarnos hasta el chorro y sacar buenas fotos.

De nuevo en marcha, nuestra pista seguía ascendiendo al centro de la Sera da Estrela, La pista convertida en una trialera, por la erosión del suelo, ante la falta de vegetación, aquí también los incendios no han dejado nada, nos ponían las cosas difíciles, tirando de reductora, para subir más cómodos.  Una vez arriba, las vistas espectaculares, sobre el valle glaciar del rio Zezere, un verdadero regalo para la vista.

Una parada en el mirador y a continuación otra en una verdadera maravilla de la naturaleza el circo glaciar que ahora es el nacimiento del rio Zezere, presidido por una mole de piedra granítica. Este sitio nos resultó especial y el paseo a pie, bien valió la pena.

De nuevo en ruta, ascendimos por carretera hasta lo alto de la sierra. Primero a Penhas de Saude y a continuación el Faro. En Penha de Saude, un pequeño break, para tomar un aperitivo y en El Faro, una parada para disfrutas de unas vistas 360º.

De nuevo en ruta y tras descender un poco por carretera, tomamos una opcional, que nos llevaba a una espectacular bajada de un cortafuegos. Pero por error finalmente solo el Mercedes G de Eduardo y el Discovery de Pepe, para realizaron.

La siguiente dificultad era encontrar un sitio para comer donde poder aparcar 17 coches, finalmente Enrique encontró uno muy apropiado, donde extendimos una larga fila de mesas para comer.

De postre, aparte del bizcocho de Celia, teníamos una larga subida trialera, con una cortado de los que quitan el hipo, con la atenta mirada de un parque eólico bajo nuestras cabezas. La subida, se corono, estábamos en plena Serra do Acor.

Lo siguiente, una bajada en Zig-Zag hasta el pintoresco pueblo de Piodao. Un pueblo de casitas de pizarra, muy turístico y con un sabor muy especial. Dedicamos un buen rato a su visita y nos pusimos en marcha, por pistas en terraza, que nos llevaban hasta una trialera en forma de “corredoira” gallega que desembocaba en un puente romano. Tras cruzarlo, un laberinto de calles estrechas dentro de un pueblo.

Pero no acaban ahí las dificultades, una subida trialera donde la reductora resultaba imprescindible, ponía a prueba la pericia de los participantes. Y como después de subir hay que bajar, un arrastradero de madera en bajada, ponía los pelos de punto a los menos atrevidos.

Solo Eduardo y Luis con su Mercedes G y Jeep Wrangler, consiguieron además de bajarlo, subirlo

Ya no quedaba más que un enlace de asfalto hasta el hotel en Viseu. El hotel Príncipe Perfeito, que como su nombre indicaba estaba perfecto.

La cena la teníamos prevista en el restaurante O’Perdigueiro, donde Jose Arturo y su familia, nos trataron de maravilla. De verdad que es un sitio muy recomendable. De vuelta al solo había fuerzas para irnos a la cama.

Día 3 de Mayo, La etapa de este día nos llevaría a encontrarnos con nuestros nuevos amigos Portugueses. Un enlace de asfalto tras salir del hotel, de una hora, nos llevó hasta el Monte sao Adriao en Aoruca. Donde Vitor y Alfredo nos esperaban y comenzamos la ruta. Y comenzamos fuerte…

Una trialera en bajada, llena de piedras, nos introducía en una ruta muy intensa entre bosques de pino y eucaliptus.

La vegetación, estrechaba los caminos, intuyendo que cada vez estábamos más cerca de Galicia, de hecho el norte de Portugal, se parece bastante.

La comida en un agradable bosquecillo, sirvió para que “los de Burgos” comandados por Miguel Angel, sacaran sus chuletones y morcilla, de Burgos claro, y nos dieran a todos a probar. Estaba excelente!!!!

Por la tarde, continuaba hasta Oporto, entre bosques de eucaliptus, subidas y bajadas. La ruta pasaba por el punto donde se unen tres provincias, (Arouca, Paiva y Porto) homologo a nuestra Cruz de los tres reinos en Ademuz.

Las continuas subidas y bajadas nos brindaron el susto del día, cuando el Defender de Rafa y Susana, se atravesaba en una subida. El susto inicial, se resolvió rápidamente con la ayuda de Miguel angel, Vito y Eduardo, subiendo el coche a la pista con ayuda del winch.

Nos reagrupamos finalmente al final de la pista e inicio del tramo de enlace. Y mientras que llegaban los últimos algunos se entretenían bailando la canción del gallo…

Una vez en Oporto dejamos los coches de lado para visitar el centro de la ciudad, y cenar la típica “Francesiña” un plato buenísimo y de gran potencia calorífica a base de carne y queso fundido sobre una rebanada de pan especial.

Tras la cena solo nos quedaba llegar al Hotel en Povoa de Varzim, el hotel Sol Povoa.

Día 4 de Mayo, Amaneció un espectacular día. Hoy tocaba el plato fuerte de la ruta, la ruta que Vitor con tanto cariño nos había preparado.

Salimos en busca del faro de Esposede, donde Paco y su cuñado, venidos de Vigo, nos acompañarían durante este día.

Nos pusimos en marcha, estrechos caminos, y continuos pueblecitos, nos llevaron hasta “El Vadeo” con mayúsculas. Junto a la desembocadura del rio Neiva, hay un paso que dependiendo de las mareas, se puede o no acometer. Estábamos en marea alta, pero por suerte no era muy intensa. Así poco a poco y con cautela los 17 coches acometimos el largo vadeo.

Tras el rosario de fotos, continuamos camino hacia Viana de Castelo, ascendiendo hasta el Santuario de Santa Luzia, donde celebramos una agradable comida campestre.

Por la tarde, para bajar la comida, nos internamos en una antigua calzada romana, donde las piedras quedaron descolocadas, sirviéndonos de entretenida trialera.

A media tarde entre aerogeneradores, seguíamos la línea de la costa a gran altura. Llegando hasta Camiña, desde donde pudimos observar perfectamente, la desembocadura del Miño. Y recordándonos a varios de los presentes, que en 2009 estuvimos en la otra orilla, junto con los amigos de la Rías Baixas.

Tocaba volver, y la ruta, ahora tomaba su nombre, la ruta das Fortes, y es que existen una serie de antiguas fortalezas a pie de playa para la defensa de la costa. Una a una la íbamos visitando, entrando y saliendo por estrechos caminos y calzadas portuguesas de adoquín. Terminando la jornada cuatrera en la fortaleza de Viana do Castelo.

Un enlace por carretera hasta el hotel, duchita y a cenar a otro restaurante típico. ¿Quién dijo que se comía poco en Portugal?

Aun quedaron fuerzas, a algunos, para tomar una copa y comentar la jornada.

Día 5 de Mayo, El último día amanecía envuelto en niebla. Y nuestra subida al alto de Sao Felix, se produjo justamente cuando abría el día, proporcionándonos bonitas vistas.

Rápidamente, nos internamos en las estrechas pistas que nos esperaban, donde a duras penas entraban los coches, totalmente rodeados de vegetación. Lo cual ralentizó la marcha ya que en algunas ocasiones teníamos que realizar maniobras para entrar entre las tapias.

Los paisajes comenzaron abrirse tímidamente, avanzada la mañana, para dar paso a extensiones de viñedos, en terrazas y entre tapias.

Finalizamos la ruta sobre las 12h, para facilitar la vuelta a casa, dada la gran distancia a nuestros destinos.

En definitiva, una gran ruta, con muy buen ambiente. Esperamos repetir el año que viene con este destino, que tantas posibilidades tiene: Portugal.

¡MIRA LAS FOTOS!