Días 2 y 3 de Junio



Una vez mas, la abadia de Valvanera, nos sirvió de base, para realizar increíbles rutas por la sierra de la Demanda.
De nuevo convocados por el Club Iberutas 4×4, nos dirigimos hacia La Rioja, para participar en una nueva edición de la ruta de Los Monasterios.
El viaje de ida, ya prometía, una vez abandonamos la A1 en dirección a Salas de los Infantes, para adentrarnos en la sierra de la Demanda, hasta el Monasterio de Valvanera.
El monasterio situado en la falda del pico San Lorenzo, de la sierra de la Demanda, esta en un lugar excepcional, lejos de cualquier pueblo y dentro de un bosque de pinos.
Dado que el monasterio y su hospedería, esta regida por los monjes, el horario de cena fue bastante temprano, aunque el menú estuvo muy bien elaborado en el propio monasterio.
Tras la cena una reunión en el salón principal, sirvió para las presentaciones y la animada charla hasta entrada la madrugada.
Por la mañana, y tras la incorporación de Rafa y Julio venidos desde Madrid y Burgos. Se procedió al breafing explicativo y nos pusimos en marcha. Un breve enlace por carretera, nos internaba en la pista que bordea el embalse de Mansilla, para después iniciar una espectacular subida de 11kms hasta el pico San Lorenzo. Donde realizamos una breve parada para el almuerzo.
De nuevo en marcha, recorrimos toda la cuerda de la sierra de la Demanda hasta el lugar llamado la Cruz de la Demanda, escenario final de tantas vueltas ciclistas.
Desde ese punto y tras aclarar la perdida de algunos participantes, iniciamos un descenso, hasta el punto de comida, situado en la ermita de La Soledad, en el mismo limite con la provincia de Burgos.
La amena comida, con estreno de carpas incluido, discurrió como siempre en Iberutas, con buen ambiente, y disfrutando de la sobremesa.
El recorrido de tarde, nos llevo hasta las lagunas de Neila, atraves de pistas forestales, donde el polvo reducía la visión. Tanto que Casimiro, se salió de la pista, sin consecuencias, ya que pudo evitar los pinos, aunque el espejo retrovisor lo rompió al rozar con uno de ellos.
Una vez de vuelta a la pista, y tras comprobar que el Toyota no tenía mayores daños y los ocupantes tampoco, procedimos a remendar con cinta americana el espejo y proseguimos la marcha.
El paseo para visitar las lagunas, resulto muy agradable, y amenizo la tarde, en plena naturaleza.
Ya solo nos quedaba la vuelta, atraves de Neila y Villavelallo, hermoso pueblo, donde Jorge y su Hummer, no pudieron entrar al no pasar por el estrecho puente del centro del pueblo.
Ya de vuelta una parada en Venta Goyo para repostar y visita al monasterio, antes de la cena.
De nuevo la tertulia posterior a la cena resulto de lo más interesante y divertida.
El domingo amanecimos lloviendo, con nubes bajas, que hacían el paisaje más espectacular si cabe. Nos esperaba una etapa a latitudes más bajas, y con más vegetación que la anterior. Una vez pasado Anguiano, nos introdujimos en una zona cerrada de vegetación que escondía un bonito vadeo, que nos daba paso a los llamados Altos de Matute. Una enorme mole de piedra rojiza de gran belleza.
A continuación un hermoso de bosque de hayas, nos encerraba bajo su vegetación, para llegar a Villaverde de Rioja, donde de nuevo el Hummer, tenia mas trabajo de lo normal en el giro de la Iglesia.
Tras atravesar unos bonitos pastos, descendimos hasta el Monasterio de Yuso en San Millán de la Cogolla. La cuna del castellano y el vasco escrito. Una interesante visita al monasterio fue el complemento a una mañana perfecta. Tras la visita celebramos la comida final de ruta en un merendero enclavado dentro del valle.
De nuevo la camaradería brillo entre los participantes, compartiendo viandas, bebidas, postres y café.
Ya solo quedaba la despedida, pero Eduardo nos tenía reservada una propina en forma de un corto atajo, hacia Santo Domingo de la Calzada. Un ascenso casi vertical atraves de una pista en zigzag, desembocaba en un bonito y tupido bosque de robles, con toros incluidos, que hubo que “lidiar” para poder pasar con los coches.
La pista nos llevo hasta Pazuengos y el pueblo abandonado de Villanueva, donde ahora si, dimos por finalizada la ruta.
Agradecer las atenciones del Padre Jesús y su equipo en el Monasterio de Valvanera y a las autoridades del Gobierno de la Rioja.