4 y 5 de Febrero

Volver al sur, y encontrarnos la nieve que no vimos en Soria, 15 días antes, fue toda una sorpresa.

Hacia varios años que no volvíamos a Andalucía, y desde el 96 no visitábamos Cazorla.

Así que, con la inestimable ayuda de Juan, nos volcamos en la organización de una ruta dentro de un parque natural, como el de Cazorla, Segura y las Villas.

La elección de la fecha, era importante, para asegurarnos la nieve en las zonas más altas, y acertamos, la semana antes nevó y nos dejo el escenario preparado.

La noche del viernes nos dábamos cita en el punto de reunión, situado en el corazón del parque, junto al embalse de El Tranco. El hotel Paraíso de Bujaraiza, sirvió de alojamiento durante todo el fin de semana.

Como siempre, la animada charla fue la nota de las primeras horas, según iban llegando los participantes. Todos excepto Javier, al que su GPS le jugo una mala pasada enviándole a una aldea llamada Cortijos Nuevos, pero que nada tenia que ver con El Cortijos nuevos de Segura.

Tras la cena y alguna copa, bajo un frio intenso, nos fuimos a la cama.

El sábado amanecíamos con 8º bajo cero, pero con sol esplendido. Iniciamos el enlace de carretera hasta Pontones, donde iniciábamos la ruta. Tras comprar el pan y hacer tres grupos de coches, iniciamos la marcha, pisando nieve desde el km 0 de pista, junto al nacimiento del Segura. Nuestro camino ascendía hacia los Campos de Hernán Perea, con la incertidumbre de que nos encontraríamos arriba. El camino poco visible en algunos momentos, ponía las cosas difíciles al coche de cabeza.

Ya arriba, una estepa, cubierta de nieve, nos hacia recordar a Siberia o cualquier otro paraje nórdico.

Abriendo camino, llegaron los primeros problemas, Manuel se salía en un blandón, teniendo que ser rescatado primero por Carlos, sin éxito y después por Paco, que tras retroceder, llego hasta su posición, para eslingarle. Continuamos, confundiendo a veces, el camino, con zonas que intuíamos que no lo era, pero tampoco teníamos muchas alternativas, ya que los vehículos, cobraban vida propia, no haciendo mucho caso a los pilotos.

En un momento dado, el avance se hizo imposible, solo cuatro coches consiguieron pasar la zona, donde Pepe, quedo atascado, pero inmediatamente los de cabeza, también quedaron atrapados en los más de 40cms de nieve existente en esa zona.

Mientras veíamos como rescatar a Pepe, ligeramente ladeado en el “supuesto” camino. Los de cabeza, comenzaron a pensar que el avance era imposible, y decidieron, volver, los 500mts que les separaban del grupo. Manolo y Vero corrieron al auxilio de Pepe, quedando también atascados. Así que Juan y Carlos, se encargaron del rescate.

Mientras el resto del grupo compuesto por diez coches, comenzaron la maniobra de dar la vuelta, nada fácil con la nieve y hielo existente.

Los de Cabeza, Manuel, Carlos, Enrique y Paco, volvieron para rescatar a Manolo. Mientras Carlos ya tenia fuera a Pepe, y el resto iba poco a poco ascendiendo hasta el punto de reunión.

Finalmente solo quedaban unas roderas de nieve, que Pepe dejo con su atascada, presagiaban, que los vehículos podrían terminar en cualquier sitio al pasar. Carlos, Paco, Enrique y Pepe, salieron bien, pero a Manuel le costó terminando atravesado no sabemos si en el camino o en mitad del campo. Miguel Ángel, bajo a socorrerle con su poderoso HDJ 100. Siendo rescatado a base de winch.

Iniciamos la vuelta, en teoría era fácil, solo seguir las rodadas, pero no lo fue tanto, primero Enrique, giro como una peonza, ante el asombro de todos, al pasar un blandón de nieve. Y después se inicio una ventisca que animaba más aun el ambiente.

En esta circunstancias comer en el campo, se hacia imposible, así que decidimos descender al mesón junto al nacimiento del Segura, y continuar por la tarde nuestra ruta.

Así fue, tras la comida, volvimos al punto anterior, para acometer la pista que nos llevaba hasta Don Domingo. Con Eduardo al frente, el recorrido, se saldo solo con la salida de pista de Manuel, en una curva, pero sin consecuencias.

Al llegar a Don Domingo, recibimos la visita de la Guardia Civil, tras una animada charla con el, y algunas recomendaciones, seguimos nuestro camino de vuelta la hotel.

Por la noche, tras la cena, brindamos con cava, por el éxito del día.

El domingo la ruta seria solo de mediodía, y por una zona, de menos altitud, que el día anterior.

Iniciamos el tramo de enlace hasta Cortijos nuevos, para internarnos entre olivares, con restos de la nevada. Cruzamos algunas pequeñas aldeas, hasta llegar a Valdemarin. Donde tomamos una pista que ascendía, tipo escalera hasta el castillo. Lugar que elegimos para el “aperitivo”, consistente en una degustación de chorizo a la olla, preparado por Celia, en Segovia.

Continuamos y pasamos otro par de aldeas, y la pista nos dejaba junto al Hotel de montaña Morciguillinas, donde acababa la ruta y celebrábamos la comida final.

La comida, a base de productos típicos, junto con el sorteo de regalos, fue el colofón a un fin de semana cargado de emociones.

Tras la despedida, cada uno volvió  su lugar de origen en Almería, Valencia, Alicante, Jaén y Madrid.

Esperamos poder repetir la experiencia, si seguimos contando con el apoyo de las autoridades de la zona.

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