18 de Febrero



Tras vuestra peticiones para que «los chicos» también probaran las instalaciones de la finca atajacadenas, nos reunimos en Febrero, para pasar un día de emociones.
Puntuales a las 10h nos dábamos cita en la finca Atajacadenas de Escalona (Toledo) para celebrar el primer Desafío Iberutas 4×4.
El desafío comenzó desde el primer momento con el desayuno que Luis nos tenía preparado, unas suculentas migas, regadas con vino de la tierra.
Una vez desayunado y dadas las explicaciones pertinentes procedimos a realizar este peculiar recorrido, por todas las dificultades del la finca, las nuevas, y las antiguas.
En primer lugar una serie de montículos, nos fueron poniendo a prueba y calentando motores, a continuación la famosa bajada de Luismi, para pasar a una nueva zona con una interesante bajada inclinada.
En la siguiente zona una complicada salida en cruce de puentes, puso en aprietos a algunos de los participantes, sorprendiendo el VW Tuareg, que lo supero gracias a sus ayudas electrónicas, sin ningún problema.
A continuación pasamos a una nueva zona, artificial, creada para los vehículos más trialeros. Unos impresionantes cruces de puentes, no nos detuvieron y todos los fuimos superando con espectaculares levantadas de ruedas. Algunas por encima de un metro de altura.
Aunque hay que reconocer que algún roce de pintura hubo.
La última zona de la mañana, consistía en una serie de subidas y bajadas muy inclinadas, donde Belén paso algunos apuros, atravesando su vehiculo, mientras subía. No teniendo consecuencia, gracias a la rápida maniobra, descendiendo y volviendo a afrontarla.
Para cerrar la mañana, nos quedaba la “charca de Shrek”, una poza de agua verde, dificultada estrella del circuito.
Belén, siempre valiente, se animo a probar su recién estrenado KXR. Aunque el barro arcilloso, la atrapo, teniendo que ser socorrida por el VW Tuareg. Pero sin poder evitar la entrada de agua al interior del vehículo.
A continuación Fernando y su poderoso HDJ100, lo intentaron, pero ni el vehículo, ni sus bloqueos, evitaron que Néstor, tuviera que remolcarlo fuera del barro.
Ya era casi la hora de comer, por lo que nos dirigimos atraves de una sinuosa bajada, a la “otra” parte de la finca, para comer al resguardo de su chopera.
La comida al más puro estilo Iberutas, se alargo en los postres con comentarios y bromas.
Por la tarde nos aguardaban una par de zona más, incluyendo la famosa “V”, donde Casimiro tapono su tubo de escape, provocando la parada de motor de su Toyota y tras quitar el tapón, la consiguiente explosión.
Iniciamos en ese momento el recorrido externo al circuito, por la senda, ya conocida por algunos donde no faltan las zanjas, los pasos difíciles y las charcas de barro.
Ya de noche, terminamos el recorrido en Maqueda, tomando un refresco y tras el sorteo habitual, nos despedimos hasta el año que viene.