29,30,31 de Octubre y 1 de Noviembre



Si realmente hubiéramos llevado «cargamentos» hubiéramos cumplido la mision…
El viernes previo al puente de todos los santos, teníamos una cita Andorra. Ese pequeño país rodeado de montañas.
El lugar elegido por Club Iberutas, fueron las espectaculares instalaciones del Hotel Princesa park de Arinsal, al norte de Andorra. El grupo, compuesto por 22 vehículos 4×4, iba llegando del largo viaje, procedentes de varios lugares de España, como Vigo, León, Gerona, Madrid, Valencia, Almería, Burgos y Barcelona.
Los primeros habían llegado durante el día, y los últimos llegaban ya de madrugada. Asique la reunión y breafing se retrasó a la mañana, tras el desayuno.
El sábado, tras el breafing y la formación de tres grupos para circular según las prescripciones de medio ambiente, indicadas en los permisos, nos pusimos en marcha.
Iniciamos nuestra ruta en el Coll de la Rabassa, desde donde tomábamos una pista, que a vista de pájaro nos dejaba unas espectaculares vistas, del valle y la Seu d’urgell. Pronto dejaríamos atrás la vegetación, dada la gran altura a la que circulábamos. Pronto llegamos a los Lagos de pera, donde realizamos una breve parada. Para inicia de nuevo la marcha en busca del refugio Cap del Rec, lugar de la comida.
Magnifica comida, y magnifico lugar para celebrarla. Tras el café, iniciamos el descenso hasta Lles de la Cerdanya, donde un estrecho camino nos llevaba hasta Aransa y posteriormente a Musser.
Un breve enlace por carretera, nos ponía de nuevo sobre la pista en Estiumariu, para ascender de nuevo al Coll de la Rabassa, lugar donde dábamos por finalizada la etapa dejando tiempo libre para hacer compras en la ciudad, o relajarse en el Spa del hotel.
El domingo, nuestra etapa comenzaba cerquita del hotel, con una ascensión a la estación de Pal-Arinsal, donde pudimos contemplar los preparativos de la temporada de ski. Desde este punto iniciábamos la pista que poco a poco descendía hasta la emblemática localidad de Tor. Extraño pero encantador lugar, que en invierno queda incomunicado por las nieves. Aquí teníamos prevista una parada para almorzar en Can Xisqueta, pero tal fue el “postín” que sirvió de comida temprana.
Reanudamos la marcha en busca del valle y de Alins, punto de salida desde este pueblo. Un breve enlace hasta Tirvia, donde Julio, tuvo que hacer una pequeña reparación de urgencia en su HDJ 80.
Ascendimos hasta La Farrera, donde nos detuvimos a visitar el pueblo. Continuamos ascendiendo en busca de Os de Civis, la tarde era espectacular y tranquila, las vistas magnificas y solo un rebaño de vacas nos lo puso algo difícil, al impedir nuestro paso.
Un pequeño vadeo, nos esperaba antes del visitar las Bordas de Conflent. Y finalmente en la bajada embarrada a Os de Civis, encontramos un viejo Range Rover, volcado y abandonado, fruto de algún lance, entre contrabandistas y la Guardia Civil.
Un vez en Os de civis y tras visitar este curioso pueblo español con acceso por carretera únicamente desde Andorra, dábamos por terminada la etapa.
Aun nos quedaría la cena, en el restaurante Surf, para terminar esta intensa jornada.
El lunes, iniciamos la etapa, con la visita a la ermita de Canolich, donde tomábamos la pista que de nuevo presentaba signos de disputas entre Los Contrabandistas y la Guardia Civil, con un Peugeot abandonado y un Range rover, también abandonado en la cuneta y desguazado. Descendimos hasta Civis, para inicial el ascenso hasta el coll de Ares, donde un par de trincheras de la guerra civil, nos vigilaban. En este punto Medio ambiente, nos había indicado una alternativa, que resultó muy interesante, con una pista que descendía visitando las típicas bordas de la zona y que junto a un arroyo, nos deleitó con zonas de barro, antes de llegar a la ermita de Sta. Magdalena.
Aquí la pista se animaba bastante, ya que las lluvias, habían dejado el tramo inundado, haciendo el deleite de los participantes, llegaban a la zona de comida de Sant Joan d’lerm.
La agradable pradera sirvió para celebrar la comida campestre al sol.
Después de comer, reiniciamos la marcha, desde Castellbo, donde una hermosa pista escalaba la montaña en busca de unas antenas de telecomunicación. El ascenso requería de reductoras en algunos momentos y tras 20kms intensos llegábamos a la cima junto a las antenas. Anochecía y era noche de Halloween, consumíamos nuestros últimos kilómetros de ruta. Dentro de un bosque iniciamos el descenso hacia la frontera oficial, que veíamos abajo a lo lejos. Ya de noche, salíamos de la pista, justo en la propia frontera, dando por finalizada la ruta del día.
Tras la cena una fiesta de Halloween infantil, amenizo la velada, resultando ganadores, Miguel y Pablo. A continuación se procedió a los sorteos de camisas recuerdo de la aventura.
El último día, se había programado una actividad alternativa al 4×4 en el Tobotronc, una espectacular montaña rusa por el interior del bosque, manejando nuestros propios trineos. Pero una vez presentado en Naturlandia, comenzó a llover obligando a suspenderse la actividad por motivos de seguridad. Otro año será.
Así procedimos a la despedida, y comenzamos el regreso a nuestros destinos.
En próximos años repetiremos la experiencia y desde aquí agradecer al Consell comarcal del Alt Urgell, Parc natural del Alt Pirineu, los ayuntamientos de la zona, la concesión de los permisos.