12 y 13 de Marzo

En esta fecha cumplíamos 18 años de existencia y un nuevo recorrido para celebrarlo.

Tras un largo viaje de 4 horas, llegábamos a Alcañiz, pero aun debíamos hacer un poco mas de camino, hasta el corazón de la comarca de la Matarraña, Valderobres. Una pequeña localidad de gran belleza y bañada por el rio Matarraña.

El hotel Fuente del Miro, nos iba a dar alojamiento durante el fin de semana y José su dueño, nos atendió fenomenalmente.
Tras la cena, en habitual Breafing, donde se explico todos los pormenores de la ruta y las actividades complementarias que íbamos a realizar.
Como todos los viernes de ruta, las ganas de charla, alargaron la velada hasta tarde.
El sábado iniciábamos la ruta bajo una intensa lluvia.
Salimos de hotel para atravesar la calle real de Valderobres, donde el Hummer de Jorge apenas cabía por la estrecha calle. A continuación la pista seguía el curso del rio Matarraña, hasta un punto donde se vadeaba. Cosa que todos superamos sin problemas.
A continuación un breve enlace por carretera nos llevo hasta Valdealgorfa, donde tomamos unas vías de tren abandonadas, hoy realizadas como camino. Llenos de barro el “convoy” cruzaba túnel tras túnel hasta llegar a Alcañiz.
Alcañiz una bonita localidad, segunda en habitantes después de la capital y sede del circuito urbano más famoso de España, hoy desmantelado. Pero en un fin de semana “racing” no podíamos dejar pasar la ocasión de completar una vuelta al circuito. Así lo hicimos incluyendo en el recorrido una parada en el Parador Nacional, pasando por la catedral y ayuntamiento.
De nuevo en ruta, comenzaron los primeros atascos, ya que el terreno arcilloso, se encontraba completamente anegado. Pablo con su Discovery, fue el primero en caer, en la trampa de barro, pero rápidamente socorrido, le devolvimos al camino y continuamos el camino, ahora con más cuidado. Era casi la hora de almorzar, así que aprovechamos la breve parada para observar la central térmica de Andorra, para hacerlo.
A continuación ya teníamos fuerzas para completar el recorrido hasta la hora de comer. El barro nos iba hacer estar atentos a cualquier punto. Otro para de vadeos animaron nuestro recorrido hacia Monroyo, donde tomamos una pista que nos llevaría hasta el Mas del Aragonés.
Una bonita torre del siglo XII, hoy reconvertida en casa rural y restaurante. Sus propietarios nos acogieron sintiéndonos como en casa. Y dando cuenta de un cocido típico de la zona.

Por la tarde aún quedaban algunos kilómetros de ruta para regresar al hotel, así que nos pusimos manos a la obra, completando el rutometro, entre salpicaduras de barro.
Teníamos un par de paradas en la tarde, una en la cascada del Salt, un impresionante lugar marcado por la erosión de la piedra provocada por el agua.
Y otra en la ermita rupestre de San Miguel, en lo alto de un cerro con bonitas vistas.
La bajada estaba delicada, por lo que fuimos bajando con precaución, ya que el barranco estaba cerca.
Iván y Guille, se confundieron de pista, perdiendo su posición en el grupo, y teniendo que maniobra en las estrechas y embarradas pista que ahora discurrían entre olivos.
El penúltimo pueblo a visitar fue La Fresneda de gran belleza por sus estrechas calles, el castillo y la señorial plaza del ayuntamiento.
Estaba anocheciendo y aun nos quedaba hacer la pista entre Torre del Compte y Valderobles.
Pepe, junto con Pablo se equivocó, teniendo que buscar de nuevo la referencia dentro de Torre del Compte. Aunque la experiencia de Pepe, le llevo hasta el final sin mayores problemas.

La noche ya estaba encima y solo quedaba tiempo para un paseo por las calles y castillo de Valderobres, antes de cenar.

El domingo amaneció completamente despejado y bajo un sol espléndido. Madrugamos un poco más, ya que teníamos visita a Motorland a las 10h.
Nuestro camino, repetía el vadeo del Matarraña del día anterior, pero nuestra sorpresa fue al comprobar que el caudal no tenía nada que ver con el del día anterior.
Paco salido disparado, como niño que corre hacia las olas del mar. Vadeo sin problemas, tras lo cual todos y cada uno realizo el paso sin problemas.

Llegamos a Motorland, donde Adela nos recibió amablemente para explicarnos los pormenores del circuito que aspira a albergar grandes pruebas de formula 1 y moto GP.
Pudimos visitar la sala de control, donde el director de carrera controla cada rincón del circuito, con una precisión pasmosa.
A continuación, la sala de prensa, el pódium, los boxes, la sala de las ruedas de prensa, el padock, el pit lane, etc. En fin una completa visita que fascino a todos los asistentes.
Tras la visita un grupo se animo con una “carrerita” de Karts, antes de empezar la mini-ruta que teníamos prevista. Mientras el resto del grupo almorzaba viendo a Guille, Iván, Carlos, Jorge, Paco, Nacho y José Luis dar vueltas emulando a los grandes pilotos.

Ya en ruta, pusimos rumbo a los campos de melocotoneros de la denominación de origen de Calanda. Entre campos, íbamos descendiendo por el Estrecho de Valmuel, con la pista muy resbaladiza.

A continuación tomábamos una serie de pistas, que recorrían los distintos Vales, subiendo y bajando continuamente.
Hasta llegar a la presa, antigua central eléctrica, lugar que aprovechamos para hacer un breve alto en el camino.
A continuación un ascenso embarrado no coloco, frente a una interesante cantera, que además tenía unas vistas muy interesantes sobre Alcañiz.
El descenso, se prolongo hasta entroncar con las vía de tren de ayer. Hoy secas y que nos llevaron plácidamente hasta la puerta de nuestro restaurante, final de la ruta. Un estupendo Ternasco nos esperaba y no perdimos la ocasión de probar tan ricos manjares.
Tras la comida el habitual sorteo, donde Ana y Pablo, fueron los agraciados con una camisa cada uno.
Sobre las 17h dimos por terminada la ruta, iniciando el regreso a Madrid y Valencia, los destinos de los participantes.
En resumen una intensa ruta que ha agradado mucho a los participantes, esperamos volver el año que viene.
Hasta la próxima.

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