21 de Febrero

Después de las nevadas de enero, el barro de La Alacarria nos esperaba.

Los veinticinco coches inscritos para esta ocasión se dieron cita en la gasolinera de Torija (Guadalajara) aunque otros diez se quedaron con las ganas debido a las restricciones del permiso obtenido.

Tras el breafing, donde se explicaron las particularidades de la ruta, los puntos de parada y comida, etc. Se hicieron dos grupos y sobre las 10:30h el primero inicio el camino de servicio de la autovía hasta Torija.
Sobre las 11h el segundo grupo se ponía en marcha.

Un primer tramo de enlace por asfalto, nos llevaba hasta Aldeanueva de Guadalajara, donde comenzaban los tramos de tierra. Iniciamos la bajada al valle sobre cuyo borde esta construido el pueblo, se trata de una espectacular bajada, y una pedregosa subida que nos lleva hasta Atanzon. Una vez superada esta población un nuevo “tajo” del terreno nos sorprende, de nuevo una espectacular bajada y en el fondo del valle, un bonito molino nos da la bienvenida. Justo delante de su puerta Eduardo sufre un pinchazo, que logra solucionar sobre la marcha gracias al kit repara pinchazos.
La subida nos lleva al pequeño y alejado pueblo de Valdeavellano. Los participantes deben afrontar desde aquí hasta el próximo “tajo” una zona entre olivos, que sirve para poner a prueba las dotes de orientación, aunque antes han tenido que pasar por una “zona de rayado” ya que dos zarzas estratégicamente colocadas, en un camino entre vallas, se ocupan de dejar el coche bien rayado.
Tras los olivares una fuerte bajada, pone a prueba las reductoras, menos mal que el barro esta casi seco, sino pondría en serios apuros a los coches sin ruedas de taco.

Sin incidentes se inicia la subida que nos lleva a Valfermoso de Tajuña. Esta subida es conocida como “La cuesta del petróleo”, nombre que se debe a antiguas prospecciones efectuadas en esa zona y por culpa de las cuales se hizo esta subida. La subida se las trae, llena de barro, inclinaciones, un fuerte barranco, piedras, es decir un cúmulo de dificultades para nuestros 4×4.
Se inicia la ascensión y los primeros superan sin problemas sus 750Mts de longitud. Es el turno de Rafael, pero su Gran Vitara se atasca, su poca altura no puede con las roderas, quedando empanzado. Rápidamente Jesús sale en su ayuda y se supera la eventualidad. El resto del grupo consigue subir sin problemas, y para celebrarlo en las antiguas eras del pueblo hacemos una parada para el almuerzo. Y comentar que hemos vuelto a superar la Cuesta del Petróleo una vez más.

Tras el almuerzo campero, donde no falto el buen jamón y queso regado con vino de Rioja. Iniciamos un recorrido por una larga pista que calma y relaja a los participantes, tras el paso por Irueste, llegamos a las inmediaciones de Peñalver, donde nos adentramos en un bosque. Ya por emisora se oye que hay problemas, primero Rafael y su Grand Vitara se atascan en la primera poza, y es rápidamente rescatado por Juanjo y su Pick up.
Pero a continuación José y su Vitara son engullidos por la “charca” ya que su coche se para en mitad de ella. De nuevo Juanjo vuelve atrás con la pick up mientras Jesús y Juan Carlos se dan un baño para enganchar las eslingas. Finalmente como no se encuentra bajo el barro el gancho delantero decidimos sacarle hacia atrás ayudados con el winch de Manuel y su flamante Fj Cruiser.

Una vez efectuado el rescate, los coches más pequeños superaron la dificultada por un lateral, mientras el resto de coche lo hacían, por el centro, brindándonos espectaculares imágenes.

Poco dio más de sí la mañana, llegando a Alocen, donde teníamos prevista la parada de comida en el mirador de La Alcarria, con vistas al pantano de entrepeñas, las tetas de Viana y la central de Trillo.

Una degustación de tortillas, ensaladillas, empanadas y demás viandas amenizaron la comida. Ademas del cafe, que como siempre Enrique se encarga de preparar.

De nuevo en Escamilla, tomamos el camino hasta Casasana, y Corcoles, dando por finalizada la ruta en el Monasterio de Monsalud.
Que en este momento está en obras, por lo que no pudimos visitarlo, trasladándonos a Sacedon para realizar el sorteo de premios y la despedida en la Cervecería Capri.

Tras la despedida y la promesa de asistir a la próxima actividad nos despedimos hasta la próxima. No sin antes agradecer a todos los ayuntamientos del recorrido por habernos permitido disfrutar de esta ruta, que esperamos poder seguir repitiendo en los próximos años.
Texto y Fotos: Eduardo Celdran

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