Una nueva ivestigacion nos llevara hasta el Sahara Español, desde donde remontaremos el Antiatlas hasta Marrakech, atraves de las mas altas cumbres del Atla.

Una vez mas, poníamos en marcha nuestro viaje «solo hombres» a Marruecos, con una mayor dosis de aventura e investigación.
En esta ocasión el motivo seria que se celebraba el aniversario de la perdida del Sahara, por parte de España y la invasión Marroquí consiguiente y que se mantiene hasta nuestros días.

El viaje empezó con la mala noticia de la lesión de Campa, con el Tendón de Aquiles roto y la obligación de que se quedase en casa en reposo. Nada iba a ser igual sin él.

Etapa 1: Madrid-Tarifa-Tánger-Rabat
Nos dábamos cita en la salida de la R-4 a las 7h para realizar el viaje todos juntos hasta Tarifa. En Granada nos espera Jose «el asturiano» que había pernoctado allí, y nos juntamos a la hora del desayuno.
A medio día estábamos en el puerto de Tarifa, tomando el fast ferry a Tánger. Comiendo dentro del propio barco durante la travesía.
Tras los tramites aduaneros comenzábamos el recorrido por autopista hasta Rabat, llegando al hotel Dawniz antes de la cena y a tiempo para tomas una cervecita.

Etapa 2: Rabat-Casablnaca-Marrakech-Agadir-Fort Bou Gerif
Este día el grupo se partiría en dos para, unos esperar a David que se incorporaba en avión en Casablanca; y otros iniciar el largo viaje hasta Fort Bou Gerif, pasado Guelmin y a pie de Playa Blanca. Así se decidió, aunque estaba prevista una acampada ese día. Pero al partirse el grupo este era el lugar de reunión perfecto para los que llegaban con mas retraso.
Eso no impidió que diéramos cuenta de los estupendos solomillo que Enrique traía en su nevera y que los regentes del camping nos hicieron en la brasa.

Etapa 3: Fort Bou Gerif-Pya. Blanca-Tan Tan-Layounne
Este día iba a cambiar el rumbo del viaje. Salimos temprano en dirección a Playa Blanca, que alcanzamos rápidamente tras 30Kms de marcha. Ya en la playa el río por donde descendíamos a ella estaba, muy crecido. Y tras una investigación para ver si podíamos vadearlo en su desembocadura, optamos por remontarlo hasta un paso más asequible y volver por la otra rivera hasta la playa. Una vez allí recorrimos los 26Kms hasta el fuerte de Aureora. La arena estaba blanda, pues no había bajado la marea y esto nos dificulto un poco más el avance. Celebramos una temprana comida en el mismo fuerte de Aureora.
Por la tarde continuamos por la costa hasta la desembocadura del Draa. Desde donde hay unos acantilados preciosos, amen de la propia desembocadura. Empezamos a remontar, a continuación, el río hasta el Ksar Tafnidilt, donde tomamos la carretera dirección Tan Tan.
Unos cuanto kilómetros nos separaban de Layounne, pero empezaron los problemas en el coche de Felipe, con una fuga de gasoil en una pieza cercana a uno de los inyectores. En vista de que no podíamos hacer nada, decidimos continuar e ir regando la carretera del precioso liquido. Llegamos a Layounne port, justo para la cena. La cual fue a base de marisco, rico en la zona. El hotel no fue el mejor que hemos conocido, pero el cansancio nos podía.

Etapa 4: Layounne-Smara (Acampada)
Temprano por la mañana y tras haber contactado con el taller “oficial” Land Rover en Layounne, es decir uno cualquiera… Se llevo el coche para su reparación, tras toda la mañana jugando con los niños en la calle, se llego a la conclusión de que el coche no tenia arreglo, por lo que debía ser repatriado.
Procedimos entonces al reparto de la carga del coche, incluidos piloto y copiloto. Y antes de comer salíamos de Layounne hacia Smara. Al entrar en la pista que nos llevaría a Smara, hicimos cuentas y decidimos retroceder para ir a Smara por carretera, pues debíamos acampar pasado esa ciudad, para poder cumplir las dos siguientes etapas, donde no había nada mas que desierto.
Así hicimos llegando a media tarde a Smara, donde nos aprovisionamos y repostamos, para iniciar la larga etapa Sahariana, desde este antiguo puesto militar español, hoy puerta del Dakar a Mauritania, hasta Assa, en tierra Marroquíes.
La pista se iniciaba por la antigua carretera española (de un solo carril) y tras unos kilómetros encontramos un lugar ideal para acampar con leña alrededor, un poco mas tarde nos dimos cuenta que estaba verde…. Pero ya era demasiado tarde, no teníamos fuego.
Eso si la cena elaborada por Ringo y Enrique, excepcional, Huevos rotos con panceta en el desierto ¡!¡Fantástico¡¡¡

Etapa 5: Smara-Assa (Acampada)
Amanecimos temprano, para recoger el campamento y desayunar.
Retomamos la pista del Dakar, de la que nos habíamos apartado para acampar y que aun coincidía, en esta zona, con la pequeña carretera española, pronto llegamos a la zona de obras de la nueva carretera «marroquí» que unirá Smara con algún punto al sur de Assa.
La atravesamos y continuamos la marcha a través de rápidas hamadas, que la pista balizada del Dakar seguía brindándonos, en algunos tramos realmente espectaculares como el lago seco de Gaat Mezwat.
Pero antes de l lago al atravesar un campamento militar Ringo pinchaba una rueda y mientras la cambiábamos, Eduardo se encontraba otra, de las suyas, desinflada. Por lo que procedimos a su cambio. De un golpe nos habíamos cargado el 50% de las ruedas de repuesto. Por la tarde afinamos la conducción pero que como no todo puede salir bien otros dos pinchazos acabaron con todas las existencias de repuestos. De nuevo Ringo y Eduardo pinchaban, lo cual nos obligo a parar y buscar un sitio para acampar y repara las ruedas con los kit de reparapinchazos, pero dos de ellas estaban muy dañadas. Teníamos un día por delante hasta llegar a Assa y mucha pista desconocida, la incertidumbre se apodero del grupo, pero no les quito el hambre.

Una vez montado el campamento, la cena consistente en callo con garbanzos, ricamente cocinados por Enrique. Con la colaboración de todo el grupo, el campamento era perfecto, buen fuego, un lugar idílico en mitad de la nada, buen vino y cerveza fría, todo un lujo, que se alargo hasta bien entrada la noche con la correspondientes copa y comentarios.

Etapa 6: Assa-Foum El Hassan-Igmir (Albergue)
Amanecimos temprano, como no podía ser de otra forma, pero las auto-tiendas y tiendas de campaña estaban empapadas por el rocío. Tuvimos que esperar a que se secaran, para emprender la marcha.
Hoy debíamos afinar la conducción, no nos quedaban ruedas de repuesto y solo contábamos con la posibilidad de utilizar una reparada y reparar otra con el kit reparapinchazos, aunque esta ultima a base de cuatro gusanillos, lo cual no seria garantía de éxito. El resto estaban bastante dañadas y no se podían reparar nada más que con parches y de los grandes…

Menos mal que el recorrido fue benévolo y las piedras desaparecieron, dando paso a lagos secos con arena, zonas de hamada por pequeñas piedras y pistas en buen estado, solo salpicadas por alguna haimas aisladas.
Tras una parada en una de ellas para repartir ropa y juguetes, la pista nos llevaba a las inmediaciones de una población, que desconocíamos, pues no viene ni en los mapas, pero que tiene un acuertelamiento bastante extenso, incluyendo tanques y demás material bélico. No hay que olvidar que nos encontramos en una zona “conflictiva” pues la cercanía con Argelia y el campamento de Tindouf, y los Saharauis que aspiran a recuperar este territorio hace que el ejercito Marroquí este presente en toda la zona.

En unas horas, estábamos llegando a la carretera que une Assa con la frontera al sur, pero unos kilómetros antes un nuevo pinchazo de Ringo, nos obligaba a montar la rueda reparada, sin muchas esperanzas de que aguantara.
Ya en carretera y tras cruzar el Oued Draa, llegábamos a Assa, donde hicimos una parada en el taller local para reparar todas las ruedas. Tras la reparación, ya por carretera avanzamos hasta Foum el Hasin, donde una fiesta nos esperaba, bueno en realidad, esperaban al Rey, pero pudimos comprobar la alegría del pueblo marroquí, sus bailes y celebraciones.

Ya de noche, alcanzamos la garganta de Ighmir, un lugar ciertamente encantador y que con luz prometía, ser de lo más bello de Marruecos. El albergue nos esperaba e incluía un sorteo de habitaciones, mejor dicho de camas, entre los integrantes del grupo.
La ducha también tuvo su protagonismo al tener que usarla uno detrás de otro, eso si con abundante agua caliente, todo un lujo después de dos días de acampada.

Después de la ducha, la cena nos aguardaba, una ensalada de pasta y Cous Cous de cordero, regado con vino de Rioja, fue el menú… y después a la cama.

Etapa 7: Igmir-Foum El Hassan-Tata-Assarak-Taliouine
Una vez despedidos de los regentes del albergue y cambiada una nueva rueda de Ringo, no sin el peligro de ver como se resbalaba el gato al estar el coche en cuesta. Iniciamos el ascenso por el cañón de Ighmir, entre palmeras, la pista se revolvía hasta conseguir alcanzar la estepa, desde donde las vistas resultaban espectaculares.
De nuevo abajo regresamos a través del palmeral hasta las cercanías de Foum el Hasin, para continuar nuestro viaje “Real” hasta Tata. Y digo Real, porque el Rey tenia previsto viajar de Foum el Hasin a Tata por carretera y nosotros íbamos ½ hora delante, por lo que todos los Gendarmes apostados cada 500Mst en la carretera nos saludaban a nuestro paso, creyendo que éramos parte del sequito real, o quien sabe quizás el mismísimo Rey.

Ya en Tata, y tras repostar y comer, iniciábamos el ascenso a las Gargantas de Aserrak, otra de las zonas mas bonitas de Marruecos, y a la vez desconocida.

La pista iba ascendiendo por el cañón hasta llegar a un pueblo donde tras internarnos en un palmeral, aparentemente sin salida, comenzaba un espectacular ascenso en zigzag hasta lo alto del cañón, brindándonos unas inolvidables imágenes al atardecer.
Continuamos viaje, por pistas esteparias pasando alguna pequeñas poblaciones del Atlas, hasta Talouine.

El relato de esta noche de hotel os lo ahorro, porque el hotel no merecía ni mención, salvo para pedir que algún grupo Español lo compre para convertirlo en lugar agradable.

Etapa 8: Taliouine-Asni-Marrakech
La sorpresa del Hotel, venia por la mañana, cuando tras salir del hotel nos encontrábamos junto a una preciosa y bien conservada, Kasbha, que no habíamos visto la noche anterior.
La Kasbha de Talouine es una de las mejores conservadas de Marruecos y en un entorno entre montañas que le ha valido el nombre, que ya habíamos oído en Túnez, de “Oasis de Montaña”

Esta etapa s cambio a carretera por el interés del grupo a pasar un día relajados en Marrakech. Por lo que la etapa quedo con el único punto de interés de atravesar el Tizi-n-Test de 2100Mts, y recorrer posteriormente el valle del Asni, con gran multitud de pueblo con encanto y alguna Kasbha interesante.

Llegamos temprano a Marrakech, con lo celebramos la comida todos juntos en la plaza Jna Fna, y por la tarde hubo despliegue de camisas azules (la oficiales de este viaje) por la medina, cada uno en busca del “chollo” correspondiente para sus seres mas queridos. Otro por simple paseo…
La cena la celebramos en el Hotel donde nos alojábamos, la Kasbha Les Borjs, un lugar dentro de la Kasbha de Marrakech con un encanto especial, ahora mejorado con piscina y Spa. La cena fue muy agradable en el patio del hotel,

Etapa 9: Marrakech-Casablanca-Tánger-Tarifa-Algeciras
Salimos temprano para cubrir los kilómetros de la nueva autopista que une Marrakech con Europa. Discurriendo el día sin mas incidencias, que el saber por fin que el coche de Felipe, que habíamos dejado días atrás en Layounne, estaba en Casablanca y en unos días regresaría a España en grúa ante la imposibilidad de arreglarlo allí.

Por la tarde entrábamos en Tánger, no sin antes pagar Eugenio y Carlos un par de “facturas” de exceso de velocidad, eso si, una con IVA y otra sin IVA…
El ferry salía puntual y los tramites aduaneros casi dejan en tierra a Josechu y Ringo, pues les entretuvieron mas de la cuenta. Ya en el Ferry, el encuentro con viejos amigos procedentes de otras travesías, sirvió para que se hicieran aun mas cortos los 45minutos de travesía hasta Tarifa.

El fina de etapa fue en el hotel Guadacorte Park, a las afueras de Algeciras, un lugar estupendo para celebrar el fin de fiesta, con una cena “tipical Spanish”
Por supuesto rematada con sus copas correspondientes y que amablemente Felipe pago.

Etapa 10: Algeciras-Madrid
Las prisas, llevaron a madrugar a parte del grupo que realizo el “vía crucis” de la vuelta a casa en pequeños grupos, llegando todos a casa sin novedad. Y dejando así cerrada una nueva expedición a Marruecos, hasta el año que viene

Texto y Fotos: EDUARDO CELDRAN
TODAS LAS FOTOS EN: Galeria Equipo Iberutas