Por segundo año, un grupo de amigos nos reunimos para buscar nuevas rutas en Marruecos, de cara a semana santa

Nos dábamos cita en la nueva gasolinera de la recién estrenada R-4 camino de Andalucía.
Eran las 7:00a.m, todos estábamos esperan la apertura de la cafetería, pero faltaban dos componentes de la expedición, Eugenio y Eduardo, su flamante Toyota, había tenido un fallo electrónico 10Kms antes, y se acercaban en modo “seguro” a tan solo 20Kms/h. Tras su llegada, una vez tomado café, sé chequeo el vehículo y tras un nuevo arranque la centralita respondió pudiendo continuar el viaje normalmente.

Sobre las 7:30 a.m iniciábamos la marcha, un largo camino hasta Casablanca nos esperaba. Eugenio y Eduardo durante el camino telefónicamente iban comprobando el carácter de la avería con la concesión de Toyota. Una vez comprobado que, la avería necesitaba de la parada en un concesionario para reprogramas la ECU del motor, pararon en Granada para dicha operación, mientras el resto del grupo continuaba camino.

A mediodía tomábamos el Ferry con destino a Tánger, en medio de una densa lluvia, tras una hora de navegación hacíamos el desembarco en Tánger, con la grata sorpresa de que los tramites fronterizos eran mucho más ágiles que en Ceuta.
Una vez en la ciudad pusimos rápidamente rumbo a Casablanca, llegando alrededor de las 21:00h. Allí nos esperaban Campa y David que había salido un día antes para entregar a una persona un teléfono móvil.
Tal era nuestro cansancio que tras la cena, no tuvimos mas remedio que acostarnos y dormir profundamente hasta el día siguiente.

Etapa 2, Casablanca-Tan Tan:

De nuevo en marcha y tras el desayuno tomábamos rumbo a Marrakech, no sin antes aprovisionarnos de viveres y gas-oil. A media mañana atravesábamos Marrakech en dirección a Agadir, de nuevo en carretera hacíamos una parada en medio de Atlas para comer. Buen menú, como siempre, basándose en ensalada y embutido de la mejor calidad.
Por la tarde atravesamos Agadir para rápidamente poner rumbo sur camino de Guelmin, ciudad que atravesamos de noche. Antes de llegar a Tan Tan estaba nuestro destino una nueva Kasbha cerca del Oued Draa, Kasbha Tafinidilt, una maravilla de lugar con un paisaje increíble regentado por una pareja francesa. Nos adentramos en una pista hasta localizar con ayuda del GPS el lugar.
Tras la cena y la charla a la luz de la luna, el merecido descanso.

Etapa 3, Tan Tan – Dakhla:

Por la mañana el amanecer era digno de ver desde la terraza de la Kasbha, con el sol saliendo atraves del antiguo Ksar. Nos ponemos en marcha por la pista que nos separa de la carretera, la cual tomamos justo en su cruce con el Oued Draa, un control de Gendarmería nos aguarda, todo en orden y continuamos. Tras aprovisionarnos en Tan Tan seguimos por la larga carretera de la costa plagada de langostas muertas producto de la plaga que asolo estas costas y canarias.
Pasamos Tan Tan Playa, mas tarde Tarfaya, a continuación llegamos Layounne, desde lo alto la vista es espectacular una gran oued nos separa de la cuidad, las reminiscencias españolas son palpables en cada calle, restos de cuarteles, edificios similares a los españoles con terrazas, angares, etc.
Tras la ciudad las dunas invaden la carretera, llegamos a Layounne Port, donde termina la cinta transportadora de fosfatos, a la que más tarde nos referiremos.
Ahora la carretera es larga, recta y solitaria, los kilómetros se suceden junto al mar y por fin llegamos al control a la entrada de la península de Dakhla. Tras sobrepasar una loma el paisaje se vuelve espectacular, el brazo terrestre entre dos mares, es atravesado por un lago seco, dunas por todos los lados y nosotros en medio… Llegamos al anochecer a Dakhla, un nuevo control de entrada a la cuidad nos entretiene, nos tomas los nombres unos a uno a mano.
Llegamos al Sahara Regency, tras dar una vuelta por la cuidad, pudiendo comprobar el buen ambiente nocturno herencia de la época española de Villa Cisneros.

Etapa 4, Dakhla – Layounne (Dos días):

Salimos temprano para comprar y aprovisonarnos para dos dias de larga travesia desértica. Cargados de comida y combustible tomamos una antigua carretera española semiasfaltada hasta llegar a una curiosa rotonda donde aun quedaba en pie un cartel de cemento. Allí mismo decidimos tomar rumbo hacia nuestra secuencia de waypoints, navegamos a rumbo por unas roderas, de pronto un Land Rover nos hace señas, se trata de un nativo que lleva una rueda pinchada y nos pide aire.
Nos explica en correcto español que él es de la zona y viene del desierto.
Continuamos nuestro camino y tras un valle tomamos una pista en subida balizad que nos lleva a una antigua fortificación, un alambre de espinos corta nuestro paso y buscamos una alternativa, los restos del campo de batalla en esta zona son visibles claramente. Seguimos durante un montón de kilómetros sin ninguna referencia navegando con la ayuda de nuestros GPS. Un momento de parada es aprovechado pro José “el asturiano” para cumular leña en la vaca de su Patrol, es bueno aprovechar los que nos encontramos pues no sabemos que habrá mas adelante y si podremos hacer fuego esta noche.
Continuamos, llegando a una zona donde grandes sunas parecen pirámides salpicadas en la planicie, a continuación llegamos a un gran lago seco, el cual atravesamos deslizándonos en su interior por una rampa, al final del lago hay que buscar la salida, investigamos bajándonos de los coches. David encuentra una rampa demasiado empinada y finalmente Eduardo encuentra una mas asequible, subimos y continuamos por un terreno algo mas incomodo, pronto se suceden mas lagos de las las mismas características, el paisaje es espectacular.
Una hamada se abre delante de nuestras ruedas, iniciamos el recorrido fuera pista mas largo que yo nunca he hecho, nos alternamos en cabeza y a veces circulamos en paralelo, evitando el polvo.
A Las 17:00h, Eugenio apunta la necesidad de ir buscando un lugar de acampada, nos queda una hora de luz. Buscamos el lugar mas resguardado pero… no hay nada es una planicie sin fin. Por ultimo decidimos para junto a unas acacias. Colocamos los vehículos en círculos o mejor en semi-circulo, comenzamos el trabajo de despliegue: mesas, barbacoas, tiendas de campaña, inchado de colchones, apertura de latas, iluminación y fuego, mucho fuego. La cena que nos espera de la mano de nuestro “arguiñano” particular Enrique es espectacular para estas latitudes, Chuletones, chorizo parrillero, panceta, ensalada y gulas… Tras la cena la tertulia junto al fuego es lo mas recorfontante de la jornada, un brindis con champagne francés pone fin a la jornada.

Por la mañana, poco a poco vamos poniéndonos en pie tras una noche movidita para algunos integrantes del grupo, Fermín, Enrique y Campa han sido traicionados por sus colchones hinchadles, desinflándose a media noche…
Hincamos la marcha y tras muchos kilómetros encontramos una construcción singular en medio del desierto, se trata de un granero o polvorín redondo perfectamente encalado, continuamos y a continuación un enorme lago seco se abre a nuestros pies, lo vamos bordeando por la izquierda hasta encontrar las balizas de las pistas del Dakar, se trata de unos mojones de tierra y piedra separadas unos 500mts de anchura.

Tras muchas horas siguiendo las balizas, encontramos un cordón de dunas que impide nuestro avance, lo sorteamos como podemos entre dunas y terreno duro, un helipuerto nos sorprende junto a las dunas. La “h” esta marcada con pedacitos de cristal en el suelo, los restos militares en esta zona son frecuente, mas adelante encontramos un viejo cuartel, del que solo queda como un metro de altura del muro perimetral, lo bordeamos y continuamos, ahora comenzamos sospechar que hay algo de civilización mas adelante, nos cruzamos dos Nissan Patrol mientras nos hemos parado a comer.
A continuación encontramos una familia que vive en una haima junto a su Land Rover, “Santana” por supuesto, y con su ganado. Paramos y les surtimos de las más diversas ropas y objetos.
Continuamos hasta que Rafa pide ayuda por la emisora, ha pinchado una de sus flamantes ruedas Yokohama (recomendadas por Esteban ante la falta de Bf Goodrich).
Cambiamos la rueda con ayuda del gato de José “el asturiano” y nos ponemos en marcha, a lo lejos se divisa una construcción bastante grande, nuestro ordenador portátil nos dice que es la cinta transportadora de fosfatos, efectivamente lo es.
Dejamos la pista y tomamos de nuevo una carreterita semi-asfaltada que da servicio a la cinta.
Unas dunas nos cortan el paso y decidimos seguir una pista que cruza la cinta por un pequeño túnel, esta pista nos lleva directos Layounne. Desde allí retrocedemos hasta Layounne Port, donde el Hotel Josefina nos espera.
El hotel es correcto aunque algo escaso de agua caliente. Pero hay que reconocer que el bogavante estaba espectacular…. que cena.

Etapa 5, Layounne – Fort Bou Gerif (Dos días):

Salimos de Layounne tras repostar y aprovisionarnos, la plaga de langosta en esta zona ha afectado mucho, la playa esta llena de ellas. Nos internamos en la playa, debemos cubrir 100Kms de litoral junto al mar por la playa. Pronto los atascos nos retrasan, José “el asturiano” queda atrapado entre la arena y las piedras del borde del mar.
Decidimos bajar presiones para continuar mas seguros. Los pescadores viven junto al mar en una pequeñas casetas y nos saluda a nuestro paso. Entramos en la espectacular playa de la Negrita, lugar desde donde sale las pateras hacia Canarias. Una extraña bola metálica en la arena, marca el lugar por donde debemos salir de ella, pero nuestro desconocimiento nos hace continuar empanzando en la arena casi todos los coches.
José, Rafa y Fermín esta atascados, Campa y Eugenio corren al rescate, tras dos horas somos capaces de sacar todos los coches, subimos al acantilado, donde contactamos con unos pescadores que nos proporcionan unos pescados para la cena. Salimos a Tarfaya, y tomamos la Ctra. retrocediendo hasta un enorme lago seco, descendemos a él, trialeando entre el acantilado y los matojos secos que plagan el suelo, vamos buscando el centro que se ve despejado, pero esta lleno de barro lo que nos obliga a escaparnos hacia un lateral, mas incomodo, pero mas seguro. Es la hora y buscamos un lugar de acampada, tras la típica discusión sobre donde, como, cuando… acampamos.
El lugar es magnifico, junto a una pared del lago, junto a una gran duna y con leña suficiente para hacer fuego y además resguardados del aire.
De nuevo el despliegue de mesas, tiendas, etc. El campamento nos queda “monisimo” con una barbacoa de piedra que servirá de base para la paella. Enrique “Ferran Adria” nos va ha sorprender con una paella, y los pescados a la barbacoa. La cena es exquisita y la tertulia final súper agradable, algunos suben la duna para contemplar las estrellas, otros simplemente observan el fuego… Hasta mañana.

Por la mañana amanecemos de buen humor y con la música de «Melendi» a tope, gracias nuestro disc jockey Campa. Recogemos el campamento y nos adentramos al lago, pero tenemos un problema el coche de Fermín, muy castigado ayer del embrague, ha perdido fuerza y nos es capaz de superar la resistencia del terreno esponjoso del lecho del lago, el cual clava las ruedas en la arena.
Decidimos dar la vuelta y tomar el camino alternativo por el borde de arriba del lago. La pista es pedregosa, pero las vistas son espectaculares, de pronto las dunas nos cortan el paso, Fermín atasca de nuevo, José le rescata y continuamos.
Llegamos al final del lago, nuestra salida natural, si hubiéramos ido por dentro, y continuamos hacia otra extraña construcción tipo fortaleza derruida.
Por ultimo salimos a la Carretera, parando a comer en unas espectaculares salinas al borde del mar.
Por la tarde continuamos por la carretera hasta pasado Tan Tan, donde debemos tomar la pista que nos llevara a Playa Blanca, en concreto a la fortaleza de Aureora, desde donde debemos decidir si abordamos la playa, es casi de noche, de pronto pasan varios coches por la playa, y decidimos seguirles. Bajamos la gran duna hasta el lecho de la desembocadura, y continuamos 35Kms por la playa a unos 100Kms/h, ya de noche llegamos al lugar de salida, donde debemos tomas la pista que nos lleva a Fort Bou Jerif. La pista esta inundada y de noche no tenemos referencias, por lo que optamos por investigar alguna manera de tomar la pista, tras un rato de incertidumbre encontramos la pista y retomamos nuestro rutometro, pero aun había alguna que otra sorpresa en nuestra improvisada ruta nocturna. Rafa pincha de nuevo, esta vez en un lugar más difícil de acceder con el gato, finalmente se cambia la rueda. Mas adelante José y Enrique se cortan en el grupo perdiéndose durante unos instantes, debemos volver a por ellos.
Ya todos juntos llegamos a Fort Bou Jerif, recibiendo como recompensa un Tajine de Camello, que hizo las delicias de los expedicionarios.
Nuestras habitaciones, nuevas están “de escándalo” para el lugar donde nos encontramos, por fin descansamos.

Etapa 6, Fort Bou Gerif – Essaouira:

Tras el desayuno y la visita al camping, salimos rumbo a las antiguas ruinas de Fort Bou Gerif, tras un vadeo continuamos rumbo a la costa para de Nuevo tmar una pista junto al mar, llegando al barco varado de Zhara, donde hacemos una parada en nuestros ultimos kilómetros de campo.
A continuación llegamos a Sidi-Ifni, donde tomamos la Carretera rumbo a Tiznit, el trazado es nuevo junto al mar, sirviendo algunas imágenes espectaculares. A continuación llegamos a Agadir, donde realizamos la parada para comer y darnos un homenaje. La comida a base marisco y pescado merece la parada.
De nuevo en marcha continuamos rumbo a Essaouira, destino final del día. La carretera sigue la costa, las playas se suceden y el atardecer resalta sus cualidades.
Llegamos a Essaouira, donde el hotel Riad Mogador nos aguarda. Tras dejar las maletas nos vamos al pueblo donde damos un paseo y hacemos unas compras, algunas se alargan mas de la cuenta, pero hay que llevar cosas a la familia.
Tras las compras, la cena, de nuevo elegimos el pescado, esta vez un típico puesto al aire libre, nos exhibe una gran variedad de pescado y marisco, nos decidimos por calamar, centollo, cigalas y doradas a la plancha.

Tras la cena, volvemos al hotel.


Etapa 7, Essaouira – Antequera:

Salimos temprano de Essaouira, el tiempo ha cambiado y se pone a llover, tomamos rumbo a Casablanca, posteriormente a Rabat y luego a Tánger.
Llegando a Tánger José “el asturiano” se queda sin gas-oil y tenemos que llevarle un Jerrican desde una gasolinera. Esto nos entretiene, perdiendo el fastferry y teniendo que tomar el siguiente un viejo Ferry de la compañía marroquí. Tras dos horas y pico de travesía llegamos a Algeciras, tomando la autopista dirección Málaga. Pronto llegamos a Málaga y decidimos continuar hasta Antequera donde hay un hotel junto a la autopista.
Allí coincidimos con nuestro compañero Federico de Raid Aventura y con varios de sus clientes, que además lo son de Iberutas
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